miércoles, 29 de agosto de 2012

A que le tiras cuando Sueña Mexicano



En el lugar donde trabajo dentro de mis  muchas funciones, esta ser el encargado de una Revista  digital, osea  diseñar, editar, corregir y conseguir articulos de los compañeros de trabajo y hacer que mis alumnillos scriban algo decentemente publicable.

pero bueno  tambien me puse a escribir (casi la mayoria de las cosas)
y aqui les dejo uno de mis aportes.


“A que le tiras cuando suenas mexicano”
La presente sección es de cierta manera la versión actual y sin tanto ornamento del libro ese que muchos han intentado leer y se han quedado tirados en ese ensayo que trata de despedazarnos como mexicanos en un ejercicio literario llamado: “El Laberinto de la Soledad”      que es un catalogo de toda la diversidad patológica que es el mexicano, ese ser tan colorido y gris, tan festivo y conflictivo, tan complejo y simplón
Aquí pues se presentan puntos básicos y vitales para poder entender a este ser, que en realidad somos.
Es inaceptable para un mexicano admitir que perdió algo. El hecho de insinuarle que algo se le olvido, perdió o fue dejado en algún lugar que no recuerda, es una ofensa tan grande como rayarle la madre. El asunto no es tanto recordar o no recordar donde quedaron las cosas, sino enfrentarse a ser  cuestionado, evidenciado, a reconocer una equivocación, tal acción es tan ofensiva como una rayada de madre…lo que nos lleva a la siguiente premisa:
Al mexicano nunca se le pierde nada, siempre todo se lo roban.
En el instante que no encuentra, digamos por  ejemplo,  su cepillo de dientes ( un enser básicamente de uso personal, y que dudo que alguien, encuentre intereses en robarlo), voltea a ver con sospecha a todas las personas cercanas, entrecerrando los ojos y pensando “ya me chingaron mi cepillo”, viendo a todos como si con la pura mirada pudiera sacar al culpable, y hacerle confesar bajo el yugo de su prejuiciosa mirada.
Y de esa premisa no lo saca nadie, nadie podrá convencerle de que probablemente lo perdió por descuido. Y en dado caso que el objeto perdido, aparezca, él mismo se deslinda de toda culpa, por mucho que apunte hacia él. Dirá: ah chingao, “por qué pusieron acá mi cepillo” pensará: seguro me lo robaron pero se arrepintieron y lo dejaron acá para despistarme. Alguien le intenta piensa, hacerle una jugarreta. Alguien intenta, asegura, chingarlo.
Un claro ejemplo son las Elecciones, no se perdieron! Las robaron! Aunque ahí, si pa que vean, ese  es la excepción de la regla…realmente las robaron.


El mexicano podrá ser iletrado, pero jamás pendejo. 
Su conocimiento se lo da la vida, por eso se dice, “esta muy vivido”, refiriéndose a alguien que su experiencia de vida lo hace como comúnmente se dice un “chingon”.  Éste tipo de conocimiento es más valioso, para el mexicano, que el adquirido en las escuelas. A los que tienen ese otro tipo de conocimiento académico se les dice: “personas leídas”.
 El Mexicano promedio sabe muchas cosas, (la mayoría de las veces, las sabe mediante tradición oral, ósea, le contaron, le dijeron, escucho.)  Es inteligente empíricamente, pero sus condiciones sociales no le permitieron desarrollar sus facultades, sin embargo, siempre tiene la opinión correcta para muchas situaciones y ámbitos de vida, incluso por superior a la opinión de “Gente Leída”. Yo estudie en la escuela de la vida, dicen muchos.

El mexicano es el hombre del “mañana”
El mexicano es una persona llena de esperanzas, cabe aclarar la connotación de esta aseveración: implica que el mexicano nunca hará nada hoy, siempre será mañana, por que el mañana siempre es el día ideal para el mexicano.
Es irónico que la palabra procrastinar sea un americanismo y no haya sido inventada aquí, creo que ya la habíamos imaginado, siendo mexicanos ingeniosos como nosotros solos, pero decidimos postergar el darle nombre a esa situación.
Cuando decimos “mañana lo hago, mañana voy, mañana te pago”, realmente estamos convencidos de que cumpliremos, sin embargo el transcurso temporal del hoy al mañana elimina toda posibilidad de cumplimiento.
El mexicano es un ser lleno de buenas intenciones…eso si no, no lo pueden negar.
Y como dice la canción.
¡Ah!... Pero eso sí... mañana si que lo hago,
pero eso sí... mañana voy a ir,
pero eso sí... mañana sí te pago...
¿A qué le tiras cuando sueñas sin cumplir?”
Mexicanos al grito de guerra, pero al puro grito….los trancazos son para incivilizados, igual para el siguiente sexenio armamos una revolución.