lunes, 1 de junio de 2015

Eclectopolis



ecléctico, ca
1.     adj. Del eclecticismo o relativo a él.
2.     Que está compuesto de elementos, opiniones, estilos, etc., de carácter diverso:
corriente artística ecléctica.
3.     adj. y s. Que profesa el eclecticismo.

Juárez, bien podría llamarse Eclectopolis.

Hablar de ciudad Juárez y de englobar todo lo que en un pedazo de tierra seca, sería casi imposible, por eso lo más cercano a describir será  “ecletopolis”

La Juárez, es una avenida que no hace falta contar su historia ni ponerlos en contexto, pero no está de más decir, la Juárez se mantiene, un poco más tímida, retraída pero activa y si le das una segunda mirada el velo se corre y en los detalles que quedan, brilla aun todos sus encantos.

Seguido voy a la Juárez, y entrado a re-descubrir esos antros llenos de estigmas y malas etiquetas, como el Sinaloense y hasta el Chess, y la verdad es que son bastante divertidos amenos y puedes palpar aun intacta la vieja Juárez delos primeros años de este siglo.

Este viernes fui primero a una expo, que no entendí, ni supe de qué se trataba ni supe cuáles eran las piezas artísticas dentro de cuartos de hoteles, pero igual mantiene un área bohemia e intelectual en el centro de la ciudad. Lo cual hace aún más ecléctica la Juárez.

La variedad de bares no es ni la mitad de lo que solía ser, y aun así, tiene un abanico mucho más grande que avenidas como  la Gómez moriz o el pronaf, donde pululan solo dos tipos de antros: los de “banda-narcocorridos-reguerón” así como los “minimal-electro-ska-softmainstream-indie-nostalgiaprematura-90’s-kids will understand” aunque predomina en esta última categoría el electrónico totalmente aséptico y repetitivo, y sin tonalidad como piso de cerámica de hospital.

Después de la expo, fui al pasillo-cantina de moda, la virtud de este lugar no es en sí que su cerveza sea mejor o más barata que en otros lugares, la virtud del lugar es en si tu tamaño, donde la cercanía es inevitable, donde a huevo rozas y saludas a alguien, y donde las pláticas no se mantienen privadas, ni las miradas desapercibidas. La rocosa juega a la contra, con un volumen nada apropiado al lugar, pero igual, ¿a quien le importa lo suficiente como para hacer algo al respecto? 

Después de ahí fui a al anexo, donde solo necesitas un poco de camaradería para poder pasar gratis cuando hay evento,  el toquin era de metal, muchas bandas nuevas de metal están emergiendo, casi al mismo nivel de efervescencia  que raperos y MC, aunque la verdad  a pesar de que me gustan ambos géneros musicales, los metaleros Stan trayendo muchas más cosas frescas y nuevas al género, y los raperos se están estancando en lo que a modo de imitación seria, “Rap Conciencia” o “Rap Social” y que sin mucho esfuerzo lo que logran es un “Rap berrinche” o “Rap merezco su condescendencia por que vengo de la calle” cuando la mayoría del tiempo no es así.

Se necesita innovar en el rap en español, como sea me desvié del punto.
Entre al Bar anexo, compre una caguama y una banda de dos roqueritas casi lolipops y un baterista chairo empiezan a tocar, de pronto sale el vocalista, un hijo bastardo de Harry el guardabosques de Harry Potter, con un delantal de piel, sin camisa debajo, y empiezan a darle, en lo que la brutalidad y armonía resuenan el tipo saca una bolsa, y empieza a aventar tocino a la gente, el nombre de la banda es tocino.
A este punto no sé si es un show, gore, comedia, o ambos juntos lo que si es que fue bastante divertido y refrescante al entretenimiento de lo que normalmente esperas en un toquin de metal.
Lo que sí ha brillado por su ausencia en los toquines de metal es el moshpit, el empujarse, ya ni si quiera espero que se empujen o brinquen, sino que solo estén parados, la mayoría de los bares de metal no ayudan al sobrepesos de sus parroquiales, al sobre poblar el lugar con sillas y mesas, al grado que más que parecer un bar de metal donde esperas encontrarte tipos rudos y lolitas darks, te encuentras en un lugar que a primera vista parece un restaurante de comida china y gordos cabeceando desde las butacas. El público de metal es el más calmado de todas las escenas locales, irónico no?  Si están sentados se limitan a ver, y los pocos que se paran, agitan nada amenazantes sus melenas - Whatta bunch of pussys.

Volviendo a la banda tocino, tocaban temas bastante entretenidos y lo que alcanzabas a entender de entre los guitarrazos y los gritos guturales eran al parecer no los trillados temas de bandas de metal, algo que alcance a entender era una rola donde relatan una historia de un pollero que los chamaquea con la feria y ni los cruza, otro donde hablan creo de una fiesta y termina en un sexo anal muy amigable.
Luego aventaron camisas, y stickers, aparte del tocino, y pude atrapar una lima, que a pesar del sobrepeso de los que estábamos en el toquin, a mí y a varios les toco talla S. 

Después de ahí me fui directo a la nostalgia ósea al open, no es un mal bar, solo que no está de moda, no había gente en la parte de abajo, subí a la terraza y estaban una banda de chavorucos nivel tercera edad, que traían toda la actitud, el vocalista, un tipo de cruza entre payasito cepillin, Sabines, slash y bumbury,  el bajista, un sénior con mucha actitud y buena onda que a mitad del toquin se la paso tocando con una máscara de corey Taylor de slipknot, mientras tocaban popotitos y rolas de blues, ahora si esto no es ecléctico, en una sola noche, todo esto ocurriendo en menos de un kilómetro a la redonda, entonces no sé qué lo sea.

Prefiero la Juárez, con lo que le falta con lo que se ha olvidado y con sus tapias, a los antros repetitivos con la pretensión de ser lo hype del momento.
Tal vez solo me identifique más con lo decadente pero real.

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